FOCUS

Medir la elasticidad del barniz.
La caída de la esfera de acero.

No es tarea del barniz de un parquet evitar las pequeñas abolladuras y señales del tiempo consiguientes a la aplicación de cargas concentradas (ej. tacones de aguja, pies de muebles pesados, etc.) o la caída de objetos. La madera, por naturaleza, está sujeta a sufrir estas leves deformaciones y, en un parquet destinado a ser transitado y vivido, son aspectos del todo normales, que, en general, aumentan su atractivo. En cambio, es tarea de un buen barniz poder continuar a desempeñar, incluso en estas circunstancias, su función protectora.



Lo mismo que ocurre con nuestra piel, debe poder adaptarse de forma elástica a la deformación y acompañarla sin herirse, al menos, hasta un cierto límite. Y todo ello como garantía del hecho de que la madera pueda seguir estando protegida y no expuesta al contacto directo con los agentes exteriores para preservar intacta su estética. El nivel de elasticidad de un barniz para suelos de madera puede valorarse a través de un test que prevé la caída libre en la superficie del parquet de una esfera de acero de 324 g de peso y 42,8 mm de diámetro a partir de cotas crecientes.

La altura que provoca la primera rotura del barniz a lo largo del margen de la huella determina su medida de elasticidad. Todos los acabados con barniz de Listone Giordano alcanzan un extraordinario equilibrio entre elasticidad y dureza, parámetros esenciales para asegurar la mejor resistencia a las pisadas.