Los diferentes tipos de tratamiento de la superficie pueden conferir a la misma madera una personalidad y sensaciones táctiles también muy diversas entre sí. El cepillado es un trabajo que se realiza con herramientas especiales capaces de eliminar las partes más blandas de la madera, dejando la superficie más dinámica y matérica, al destacar el dibujo de las vetas. De aquí la denominación Filigrana. Las superficies Filo di Lama conservan las señales distintivas de los trabajos típicos de aserradero regalando relieves de reminiscencia antigua, pero con espíritu muy contemporáneo. Traccia, en cambio, hace referencia al procedimiento de cepillado de antaño, cuando la superficie de la madera se regularizaba in situ mediante cepillado manual. Se trata de un trabajo muscular, pero caracterizado por trazos elegantes, capaz de regalar estética y sensaciones al pisar la madera absolutamente inconfundibles. El aspecto estético y las percepciones táctiles típicas de una tabla devuelta por el mar, gastada por el agua y el salitre de forma irregular en función de las presencia de nudos y de otras marcas naturales de la madera, se encuentran en Mareggiata, un tratamiento con carácter auténtico y decidido.
